Cuando la higiene de manos se convierte en obsesión

02.12.2021

El miércoles 5 de mayo se celebró el Día mundial de la Higiene de Manos. Con motivo de esta efeméride, las áreas integradas de Sanidad han realizado campañas de información por todo el país. Precisamente, algunos de estos profesionales, los dermatólogos, han notado que las consultas por eccemas y sarpullidos en las manos se han disparado.

Mantener un equilibrio entre unas manos limpias y unas manos cuidadas a veces es muy complicado. Sustancias abrasivas como el gel hidroalcohólico, así como ciertos tipos de jabones, resecan la piel, afectan al PH y los eccemas llegan a ser incontrolables.

Ángel Palomo es dermatólogo en el Hospital Nuestra Señora del Prado, de Talavera de la Reina. Dice que su ritmo de trabajo se ha disparado desde la aparición del Covid. "Antes por eccema irritativo veías uno o dos al mes, ahora prácticamente a diario ves irritación en las manos", asegura el doctor.

"Segundos que salvan vidas" es el lema del 2021 para este día fijado por la OMS, y es que lavarse las manos es la técnica más barata, fácil y eficaz para acabar con microorganismos. Y en época de pandemia, su relevancia es todavía mayor.

Sin embargo, hay personas que se obsesionan con el lavado de manos hasta tal punto que se las destrozan. "Usar estas sustancias cada cinco minutos genera problemas, especialmente en personas con predisposición a tener piel atópica", advierte el dermatólogo. Además, entornos como los centros comerciales, donde hay que administrarse gel cada vez que entras en una tienda diferente, suponen un extremo poco recomendable. "Cuando me llegan pacientes así, lo primero que receto es una reducción de lavados", asevera.

Frente a esto, el dermatólogo propone jabones con glicerina, cremas, a ser posible de farmacia o remedios naturales como el aloe vera. Secarse bien las manos es algo también crucial, porque la humedad es otro de los factores más irritantes que existen.

Hemos aprendido a lavarnos las manos más a menudo, y a lavárnoslas bien, porque antes éramos un poquito descuidados. "Ha tenido que venir una pandemia para aprender a lavarnos las manos nada más entrar en casa", considera Palomo.