Así es como debes limpiar la vitrocerámica
La vitrocerámica es uno de los electrodomésticos que más suciedad acumulan. Su continua exposición a comida, además a alta temperatura, la convierten en la "víctima perfecta" de la suciedad. Limpiarla a fondo requiere una labor minuciosa. Aquí está un truco infalible para llegar hasta donde muy pocos llevan.
La lógica al limpiar la vitrocerámica invita, sobre todo, a centrarse en los fuegos. Es lo normal. Por un lado es una de las zonas que se encuentran más a la vista y, por supuesto, la que entra en contacto con ollas, sartenes y demás enseres de cocina.
Para limpiar esta parte hay numerosos trucos. Si bien, aquí vamos a centrarnos en otro lugar que acumula mucha suciedad y que no se cuida siempre como se debería: los bordes. Para acceder aquí debemos utilizar una cuchilla. Nos puede servir la típica rasqueta para la vitro.
La pasamos con cuidado por el bisel de la vitrocerámica. Inmediatamente veremos cómo sale la grasa y suciedad acumulada.
Limpiar vitrocerámica
Para llevar a cabo la limpieza de esta zona lo primero que tienes que hacer es echar un poco de limpiador de vitrocerámicas, dejar que actúe, pasar una bayeta húmeda y quitarlo. Y repetir este proceso una segunda vez, pero con una pequeña salvedad: en esta ocasión debes encender un poco el fuego, aunque sólo sea unos segundos para que ese limpiador cale aún más y puedas pasar la rasqueta sin problema a que se ralle la vitrocerámica.